Café de Flore

Con diez elegantes mesas y una acogedora terraza, este espacio combina historia y modernidad de manera única, creando un espacio íntimo y sofisticado para eventos corporativos. 

Construido en el siglo XIX sobre los cimientos de un antiguo monasterio franciscano del siglo XV, este lugar ha sido meticulosamente remodelado y adaptado para convertirse en una sofisticada cafetería. ¿Qué lo hace especial? Su atmósfera selecta, ideal para un coffee break, un cóctel o una charla relajada con música clásica de fondo, te brinda la calma y el ambiente perfecto para tus reuniones corporativas.

Inspirado en las encantadoras cafeterías de Milán, su diseño combina elementos dorados y negros que destacan en cada rincón. Desde el mostrador de mármol negro veteado hasta los elegantes sillones rediseñados por Andreu World que aportan color al espacio, cada detalle ha sido cuidadosamente seleccionado para ofrecerte una experiencia única, incluyendo al meticulosa iluminación. 

Pero no solo es estético, este espacio también respeta y realza las obras de arte originales del edificio, incluyendo cuadros y frescos de renombre. Cada pieza contribuye a convertir el Café de Flore en una obra de arte en sí misma. 

En su terraza, la pared de ladrillo original posee unas estructuras de acero corten que coinciden con las aperturas de los vanos, y que a su vez contienen un original jardín vertical.